Los vinos Mencía ganan reconocimiento internacional
La uva Mencía es una variedad de uva que en los últimos años ha ganado reconocimiento internacional, conquistando a prestigiosos enólogos y sumilleres de todo el mundo por las características que aporta a los vinos y por su gran capacidad para trasladar en los vinos la identidad de los suelos de los que procede.
Siempre se dice que El Bierzo es el Reino de la Mencía porque, además de ser una uva autóctona del Bierzo, es aquí, en este clima, estos suelos y esta orografía, donde la Mencía alcanza su máxima expresión, dando lugar a vinos excepcionales que están llevando los vinos bercianos a lo más alto.
Aunque eso no significa que en otras regiones donde se cultiva la variedad Mencía, por ejemplo, en Ribeira Sacra o Valdeorras, no pueda haber buenos vinos Mencía.
Lo cierto es que los mejores vinos Mencía son aquellos que proceden de un terroir característico y son capaces de expresar, de forma fiel, la personalidad e identidad de cada terroir.
Recuperando la Mencía del Bierzo
Hubo un tiempo en el que la variedad de uva Mencía no era tan valorada, llegando a ser sustituida por otras uvas de mayor producción, como la Palomino.
El destino de la uva Mencía comenzó a cambiar cuando se comenzó a apostar por poner en valor el territorio y las uvas autóctonas de las distintas regiones vinícolas españolas.
Fue en la década de los 80, pocos años antes de la creación de la Denominación de Origen Bierzo, cuando muchos viticultores del Bierzo, aprovechando las subvenciones europeas, comenzaron a arrancar los antiguos viñedos de Palomino para plantar cepas nuevas de Mencía.
La idea de volver a cultivar Mencía en El Bierzo estaba bien, pero de forma mayoritaria se seguía potenciando la producción frente a la calidad.
Y eso a Nemesio Fernández, fundador de CASAR DE BURBIA, no le convencía.
No encajaba con su objetivo de poder elaborar grandes vinos y llevar la uva Mencía a lo más alto.
Su carácter inconformista, llevó a Nemesio a buscar un camino alternativo para poder recuperar la Mencía en sus viñedos de Valtuille de Arriba.
En lugar de arrancar los viñedos viejos, decidió mantener las antiguas cepas de Palomino e injertar en ellas la variedad Mencía.
De esta forma conservaba las viñas viejas, algunas centenarias, lo que le permitía poder obtener uvas de más calidad.
No pudo beneficiarse de las ayudas europeas, pero tenía los mejores viñedos y la mejor materia prima para poder elaborar los mejores vinos del Bierzo.
Los mejores Mencía
Cultivar nuestros viñedos respectando la biodiversidad, favoreciendo el equilibrio natural y practicando viticultura ecológica, como hacemos en CASAR DE BURBIA, es el primer paso cuando se trata de crear vinos Mencía con carácter, vinos que trasladen las características propias de los suelos.
Además de la forma en la que se cultiva el viñedo, el tipo de suelos, su altura y su composición, también resultan determinantes y nos dan vinos Mencía muy distintos.
La orografía montañosa en El Bierzo hace que los viñedos se hayan organizado en laderas de forma que cada parcela cuenta con una zona alta, otra media y otra baja.
En cada una de estas zonas, la composición de los suelos, la altura, el clima y los vinos que se obtienen son muy diferentes.
En Valtuille de Arriba, donde se encuentran los viñedos de CASAR DE BURBIA, la diferencia entre las distintas zonas de cada parcela es aún más notable ya que nos encontramos a más altura y contamos con suelos más pobres y minerales.
Vinos Mencía de las zonas altas:
La zona alta de cada parcela, sobre los 800 metros en nuestros viñedos, es la que llamamos Tebaida.
En esta zona encontramos suelos de pizarra y cuarzo, con piedras de gran tamaño. Son también los suelos más antiguos.
Y son los que dan vinos Mencía más largos y minerales, como por ejemplo CASAR DE BURBIA Tebaida, un vino jugoso, largo y fresco, con cuerpo completo, taninos redondeados y muy buena acidez.
La vendimia en estas zonas altas puede llegar a retrasarse incluso 40 días respecto a la zona baja de la misma parcela. Pero curiosamente, la floración es más temprana en esta parte alta debido a la exposición de las viñas a los vientos atlánticos del oeste, que refrescan el entorno.
Vinos Mencía de las zonas medias:
Estamos a unos 600 metros de altitud y aquí es donde encontramos las arcillas y piedras de tamaño medio que la lluvia ha ido arrastrando desde la parte alta de la parcela.
La diferencia de altitud con las zonas bajas no es muy grande, pero esa pequeña diferencia hace que la maduración de las uvas sea más lenta y constante.
Esto, unido a la composición del terreno, aporta más complejidad a los vinos, dando lugar a vinos Mencía muy aromáticos y ricos en matices, como CASAR DE BURBIA Hombros.
Vinos Mencía de las zonas bajas:
La zona baja de nuestras parcelas ronda los 565 metros sobre el nivel del mar.
Es la zona con mayor presencia de arcillas, arrastradas por el agua desde la tebaida hasta la parte baja del valle. Así que, en esta zona baja los suelos son más ricos en materia orgánica.
Las uvas Mencía de las zonas bajas nos dan vinos más redondos, de gran intensidad, francos y con una soberbia carga frutal y floral.
Es el caso de CASAR DE BURBIA Mencía, un vino aromático, sedoso y vibrante, con taninos bien pulidos, con acidez y un final brillante, largo y mineral
Reinventando los vinos Mencía
Es difícil describir de forma genérica todos los vinos Mencía o incluso los Mencía de una región vinícola determinada.
Los vinos Mencía suelen ser vinos de color intenso, cuentan con una amplia gama aromática que les aporta complejidad y pueden ser vinos frescos, de cuerpo medio y persistentes en boca.
Pero todo esto, como hemos dicho anteriormente, depende mucho de los suelos de los que proceden y de la viticultura que se practique.
Pero, además, la forma de elaboración del enólogo y la bodega resulta determinante.
Y de nuevo, el carácter inconformista de CASAR DE BURBIA nos ha llevado a investigar, experimentar y a hacer las cosas de forma distinta a la mayoría de las bodegas con la mente puesta en conseguir crear vinos Mencía más suaves, más redondos, pensados para el disfrute.
A lo largo de los años, hemos comprobado que la técnica de fermentación es muy importante a la hora de crear vinos mucho más amables y estables.
Hace mucho tiempo que decidimos dejar de usar raspones, solo utilizamos los hollejos sin rapón.
Esto nos permite eliminar el verdor y aspereza que aportan los raspones y poder realizar una crianza post-fermentativa o maduración con las pieles durante meses, de forma natural, sin utilizar bombas.
Así conseguimos vinos mucho más agradables, sedosos y elegantes, además de vinos más largos.
Vinos Mencía a través de los que sentir El Bierzo más puro y sus distintos tipos de terroir, vinos que invitan a seguir bebiendo, vinos creados para el disfrute de los sentidos.